Recordando a: Jorge Wilmot

Jorge Wilmot Mason fue un artesano extraordinario originario de Monterrey, Nuevo León en 1928. Hijo de Jorge Wilmot y Martha Mason. Estudió en la Escuela de Artes Plásticas de la Academia de San Carlos. Trabajó en diseño gráfico, donde tuvo contacto con alfareros, comenzó a trabajar en algunas piezas y comenzó su formación como ceramista. Posteriormente viajó a Francia donde estudió en el Instituto Italiano de París y amplió sus estudios de diseño en la Escuela de Oficios de Suiza. 

Willmot dejó una huella significativa en la cerámica mexicana, principalmente por dos contribuciones en particular: la introducción del gres, compuesto de arcillas, materiales desgrasantes y fundante tiene la capacidad de generar una variedad de productos, fusionando diseños mexicanos con influencias modernas extranjeras.  En sus propias palabras, expresó: “La cerámica de las artes es una de las más antiguas y a su vez de las más modernas”, exaltando la importancia de honrar la tradición errática a la vez que se infunden innovadoras transformaciones. Su fascinación por la cerámica craquelada china marcó un antes y un después en su carrera y en la evolución de la cerámica mexicana. 

A su regreso a México en 1958 realizó su primera exposición de piezas de cerámica en Monterrey, Nuevo León. Ese mismo año viajó a Tonalá con su padre y quedó deslumbrado con la cerámica que realizaban ahí por lo que decidió instalar donde aprendió de la técnica antigua del barro bruñido y una vez dominada conjuntó esta técnica con la tradicional cerámica oriental. A la par de su carrera como ceramista no dejó de lado la experimentación y tuvo acercamientos con otras técnicas como la joyería, la hojalata repujada, la pintura y la decoración en vidrio.

Su trabajo está profundamente asociado con elementos de la naturaleza, tanto en forma de flora y fauna, así como: Águilas de dos cabezas, soles de múltiples colores y la figura mítica del nahual.

Su obra fue reconocida y llegó a formar parte de colecciones en diversos lugares de Europa, Japón y Estados Unidos. Sus piezas también formaron parte de concursos y exposiciones en Canadá, Alemania, Puerto Rico. En 2009 el Museo de Arte Popular preparó una exposición en homenaje a Wilmot, así como el Museo Regional de Guadalajara.

Fue Premio Nacional de Arte y Ciencias en 1995. En la década de los sesenta, fundó su primer taller y emprendió la misión de elevar los estándares técnicos en la cerámica, al mismo tiempo que exploraba nuevos diseños ornamentales. Gracias a sus esfuerzos, cultivó una generación de artistas y su escuela sigue funcionando hasta hoy, continuando su legado de innovación y enseñanza.

Jorge Wilmot dejó un impacto enorme en la escena cultural, que incluye la creación del Museo Nacional de la Cerámica en Tonalá, el cual donó a dicho municipio. Además, junto a figuras destacadas como Manuel Felguérez, fue uno de los fundadores del Mercado de Arte de Sábado en San Ángel, Ciudad de México.

Jorge Wilmot falleció el 12 de enero de 2012 a la edad de 83 años. A 11 años de su fallecimiento su llegado continúa vigente.