El MAP en Lille 3000 El Dorado
Invitado de honor, México. Lugar, Lille Francia. Motivo Quinta edición temática del Festival de Lille 3000 en 2019.
Lille fue considerada hace algunos años como la capital europea de la cultura y ello la motiva a celebrar la cultura y las artes populares periódicamente. Este año, basada en la supuesta tradición de que en América había una ciudad de puro oro, el nombre del festival hace alusión a esa leyenda, el Dorado.
Caminar por la ciudad de Lille es una experiencia de una línea histórica muy antigua, que va desde los primeros asentamientos celtas 2000 años a.c., pasando por la Galia Romana, la Edad Media con el Condado de Flandes, después en el Renacimiento con el gobierno de los duques de Borgoña hasta que en el siglo XVII el rey francés Louis XIV la ocupa y la convierte en territorio francés hasta la fecha. Todos esos pasos históricos se ven perfectamente plasmados en toda la traza de la antigua ciudad y en sus edificios de piedra que gozan de tener diferentes estilos en uno mismo dependiendo de la época que vivió la ciudad. Y de repente en 2019, en tu andar por esas calles angostas en donde todo tiene su lugar fijo y establecido, brota una variedad de colores vivos mexicanos, el papel picado que baila al ritmo del viento atravesando las calles; las vitrinas de los pequeños comercios se ven embellecidos por diferentes piezas de arte mexicano como las calaveras de muertos de azúcar, chocolate o de cerámica, las piñatas, las máscaras de tigres, flores de papel maché. Las tiendas de pasteles y chocolates locales combinan el colorido de sus golosinas con el de la enorme variedad de los dulces mexicanos. En las largas avenidas los visitantes se quedan pasmados al ver las magníficas y monumentales esculturas de alebrijes de Paco Enriquez y de Jesús Sanabria, o el magnífico Quetzal resplandeciente de Julien Salaud o los coloridos cráneos gigantes, los ¨Mexicraneos¨ de la Sociedad de las Pompas Fúnebres Mexicanas. El Viejo edificio de la Bolsa abraza los ¨Soles de Oro¨, espejos místicos, soles con reflejos de oro de Betsabée Romero y en el Patio del Museo del Hospicio de la Condesa se aprecia su ¨Requiem por la Ciudad de los Canales¨ decorando el patio con múltiples trajineras de Xochimilco.
La ciudad entera se convirtió en una muestra de arte mexicano, hubo más de 50 exposiciones, entre ellas la del Museo de Arte Popular en el recinto del Museo de Historia Natural en donde todas las formas que tienen los diferentes estados de representar a través de sus artesanías populares, sus biodiversidades reales o quiméricas, se vieron reflejados y dialogando de una forma mágica con los animales del propio museo. En el Hospicio de la Condesa se presentó ¨Intenso Mexicano¨ con 48 obras del Museo de Arte Moderno, como Siqueiros, Rufino Tamayo, Frida Kahlo y Tina Modotti entre muchos más. Ahí mismo encontramos la muestra oaxaqueña de ¨Tlacolulokos Oaxaca en los Ángeles¨ de Dario Canul y Cosijosea Cernas. Desfiles con carros alegóricos, bailes, música, gastronomía, literatura, debates, talleres, cine, teatro, todo con un solo fin, mostrar las grandes artes que México posee y que a través de una gran fiesta mexicana la comparte con el mundo.
Toda esta gran fiesta fue posible gracias a la inversión propia de Lille, a las autoridades de cultura de México y a la gran iniciativa que tuvo el Museo de Arte Popular y AmigosMAP al propagar la coordinación de apoyo económico enviando artesanos para producir en la ciudad de Lille sus obras de alebrijes o sus grandes murales. Fue tan exitoso este hecho, que algunos de estos artesanos se dieron el tiempo para darles clases gratuitas a niños franceses y enseñarles a hacer alebrijes en pequeña escala.
Una verdadera fiesta mexicana llena de colores y alegría que llenó por ocho meses las antiguas calles de Lille de vida, de música, de colorido y de obras mágicas y fantásticas, que siempre serán recordadas como parte de la esencia artística de nuestro México, de nuestra riqueza cultural y de la sensibilidad de nuestra gente.