28 DE DICIEMBRE, DÍA DE LOS SANTOS INOCENTES
Mónica Abedrop Una voz se oyó en Ramá, Un llanto y un gran lamento: Raquel llorando a sus hijos. no quería consolarse porque ya no existen. Fue una noche de tristeza y de desolación. Se oyeron gritos y llantos en Belén, Ramá y otras ciudades…